Brochetas de pollo y piña

Las brochetas de pollo y piña son un plato sencillo pero muy vistoso, perfecto tanto para una comida informal como para una parrillada de fin de semana. En esta versión, el pollo se marina en una mezcla equilibrada de salsa de soja, miel, ajo, limón y jengibre, que aporta un toque tropical y aromático, mientras que la piña se carameliza ligeramente al calor, dando como resultado un contraste delicioso entre dulce y salado.

Porciones: 4
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 10 minutos
Tiempo total: 45 minutos a 2 horas y 25 minutos (incluyendo el marinado)
Calorías aproximadas: 310 por porción


Ingredientes

  • 500 g de pechuga de pollo, cortada en cubos
  • 1 piña fresca, cortada en cubos
  • 2 cucharadas de salsa de soja
  • 2 cucharadas de miel
  • 1 diente de ajo, picado
  • Jugo de 1 limón
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado (opcional)
  • Sal y pimienta al gusto
  • Brochetas de madera o metal

Instrucciones paso a paso

Preparar la marinada
Coloca un bol grande sobre la encimera, lo suficientemente amplio como para mezclar cómodamente el pollo. Vierte dentro las 2 cucharadas de salsa de soja, las 2 cucharadas de miel, el diente de ajo picado, el jugo de 1 limón recién exprimido, la cucharada de aceite de oliva y, si decides usarlo, el jengibre fresco rallado. Añade una pizca de sal y pimienta al gusto, teniendo en cuenta que la salsa de soja ya es salada.
Con una cuchara o batidor pequeño, mezcla bien hasta que la miel se disuelva y obtengas una marinada homogénea, ligeramente espesa y aromática.

Marinar el pollo
Incorpora los cubos de pechuga de pollo al bol con la marinada. Remueve con una cuchara grande o con las manos limpias para asegurarte de que cada trozo de pollo quede bien cubierto por la mezcla. No dejes piezas secas ni sin cubrir.
Una vez que el pollo esté completamente impregnado, tapa el bol con film transparente o una tapa hermética y llévalo al refrigerador. Deja marinar durante un mínimo de 30 minutos para que el pollo tome sabor. Si dispones de más tiempo, puedes alargar el marinado hasta 2 horas para un resultado aún más jugoso y aromático.

Preparar las brochetas y la piña
Mientras el pollo se marina, corta la piña fresca en cubos de tamaño similar a los del pollo. Es importante que los trozos de piña y pollo sean parecidos en tamaño para que se cocinen de forma uniforme.
Si usas brochetas de madera, ponlas a remojar en agua durante al menos 15 minutos antes de usarlas. Este paso evita que se quemen o se oscurezcan demasiado cuando entren en contacto con el calor de la parrilla o la sartén.

Ensartar las brochetas
Saca el bol con el pollo marinado del refrigerador. Destápalo y remueve ligeramente para redistribuir la marinada.
Toma una brocheta y comienza a ensartar alternando un cubo de pollo y un cubo de piña. Repite el patrón hasta llenar casi toda la brocheta, dejando un pequeño espacio libre en los extremos para poder manipularla con facilidad al cocinarla.
Procura no comprimir demasiado los ingredientes; deja un pequeño espacio entre ellos para que el calor circule y se cocinen bien por todos los lados. Repite el proceso hasta agotar el pollo y la piña.

Calentar la parrilla o sartén
Coloca una parrilla, una sartén grill o una sartén antiadherente a fuego medio-alto. Deja que se caliente unos minutos hasta que esté bien caliente.
Si lo consideras necesario, puedes añadir una pequeña cantidad de aceite (aparte de la que ya lleva la marinada) para asegurarte de que las brochetas no se peguen a la superficie, especialmente si tu sartén no es muy antiadherente.

Cocinar las brochetas
Coloca con cuidado las brochetas sobre la parrilla o la sartén caliente, dejando algo de espacio entre cada una para poder girarlas sin dificultad.
Cocina las brochetas durante unos 4–5 minutos por cada lado. Mientras se cocinan, verás cómo la piña comienza a dorarse y a caramelizarse ligeramente, y el pollo va tomando un color dorado apetecible.
Gira las brochetas varias veces para que se doren de manera uniforme por todos los lados. Si tienes un termómetro de cocina, comprueba que el centro del pollo alcance los 75 ºC. Si no dispones de termómetro, puedes hacer un pequeño corte en uno de los cubos de pollo más gruesos para asegurarte de que no quede rosado por dentro.

Comprobar el punto y rectificar
Cuando el pollo esté bien cocido y la piña dorada y jugosa, retira las brochetas del fuego. Prueba un pequeño trozo de pollo para ajustar, si lo deseas, el punto de sal o pimienta en los acompañamientos, ya que la brocheta en sí no debe necesitar más condimento llegado a este punto.

Servir las brochetas
Coloca las brochetas de pollo y piña en una fuente amplia, procurando que queden bien ordenadas para que luzcan atractivas. Puedes acompañarlas con arroz blanco, una ensalada fresca o verduras salteadas, tal como sugiere la receta original.
Sirve las brochetas calientes, recién hechas, para disfrutar plenamente del contraste entre el pollo jugoso y la piña caliente y caramelizada.


Consejos de conservación

Si te sobran brochetas ya cocinadas, déjalas enfriar a temperatura ambiente y luego guárdalas en un recipiente hermético en el refrigerador. Se conservan bien hasta 3–4 días. Para recalentarlas, puedes usar el microondas o una sartén a fuego medio, solo el tiempo justo para que el pollo vuelva a estar caliente sin resecarse.

También puedes marinar el pollo y congelarlo (sin cocinar) ya mezclado con la marinada. Más adelante, solo tendrás que descongelarlo en el refrigerador, ensartar con la piña y seguir el mismo proceso de cocción.

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