La milanesa de pollo a la napolitana es uno de esos platos clásicos que nunca fallan: una base de pollo crujiente por fuera y jugoso por dentro, cubierta con salsa de tomate, jamón de pollo y abundante queso derretido, todo gratinado al horno con un toque de orégano. Es ideal para un almuerzo de fin de semana, una cena especial en familia o incluso para sorprender a invitados con algo sencillo pero muy sabroso. A continuación encontrarás una versión más detallada y explicada paso a paso para que tus milanesas queden doradas, tiernas y perfectamente gratinadas.
Ingredientes
- Pechugas de pollo fileteadas (aplanadas)
- 2 huevos
- 1 taza de pan rallado
- ½ taza de harina
- 1 diente de ajo picado
- 2 cucharadas de perejil fresco picado
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite para freír
- 200 g de jamón de pollo cocido en fetas
- 200 g de queso mozzarella (o el que prefieras para gratinar)
- 1 taza de salsa de tomate (casera o envasada)
- Orégano seco al gusto
Preparación paso a paso
1. Preparar los filetes de pollo
Comienza con las pechugas de pollo fileteadas. Si las fetas están muy gruesas, colócalas entre dos trozos de papel film o dentro de una bolsa limpia y aplánalas suavemente con un mazo de cocina o con un rodillo. La idea es que queden de un grosor uniforme, ni demasiado delgadas (para que no se sequen) ni demasiado gruesas (para que se cocinen bien por dentro). Sazona cada filete con un poco de sal y pimienta en ambos lados y reserva.
2. Preparar el empanado
En un bol mediano, bate los 2 huevos hasta que la yema y la clara se integren completamente. Agrega el diente de ajo picado finamente y el perejil fresco picado. Mezcla bien para que el ajo y el perejil se distribuyan por todo el huevo batido. Añade una pizca más de sal y pimienta para aportar sabor al empanado.
En un plato hondo coloca la ½ taza de harina, extendiéndola de manera uniforme. En otro plato amplio pon la taza de pan rallado. Es importante tener estos tres recipientes listos: uno con harina, otro con el huevo sazonado y otro con el pan rallado, para hacer el empanado de forma ordenada.

3. Empanar el pollo
Toma un filete de pollo y pásalo primero por la harina, cubriéndolo por completo. Sacude el exceso para que no se forme una capa demasiado gruesa. Este paso ayuda a que el huevo se adhiera mejor a la superficie del pollo.
Luego, introduce el filete en el bol con el huevo batido, procurando que quede bien impregnado por ambos lados. Deja que escurra ligeramente el exceso de huevo y pásalo inmediatamente al plato con pan rallado.
Cubre el filete con pan rallado, presionando suavemente con las manos para que el pan se adhiera bien. Repite el mismo proceso con todos los filetes: harina, huevo y pan rallado. Una vez listos, puedes dejarlos reposar unos minutos para que el empanado se asiente mejor.
4. Freír las milanesas
En una sartén amplia, agrega suficiente aceite para freír. Calienta a fuego medio-alto hasta que esté bien caliente, pero sin que llegue a humear. Para comprobar la temperatura, puedes introducir una pequeña cantidad de pan rallado; si burbujea de inmediato, el aceite está listo.
Coloca las milanesas en la sartén, sin amontonarlas, y fríelas por cada lado hasta que estén doradas y crujientes. El tiempo dependerá del grosor, pero suele ser solo unos minutos por lado.
A medida que estén listas, retíralas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Este paso es importante para que el plato final no quede grasoso y la textura se mantenga agradable.
5. Montar las milanesas a la napolitana
Precalienta el horno a 200 °C.
En una bandeja para horno, coloca las milanesas fritas una al lado de la otra. Sobre cada milanesa, extiende una capa de salsa de tomate, sin exagerar para que no se empapen demasiado, pero sí lo suficiente para cubrir la superficie.
A continuación, coloca sobre cada una una feta de jamón de pollo cocido, ajustándola al tamaño de la milanesa. Luego, añade una buena cantidad de queso mozzarella rallado o en láminas, cubriendo el jamón de pollo y casi toda la milanesa.
Por último, espolvorea con orégano seco al gusto, que aportará aroma y ese toque clásico de las preparaciones a la napolitana.
6. Gratinar en el horno
Lleva la bandeja al horno precalentado y hornea durante unos 10 minutos, o hasta que el queso se haya derretido por completo y presente un ligero tono dorado en la superficie. El objetivo es que el queso quede bien fundido y la salsa de tomate caliente, sin que el pollo se reseque.
Una vez gratinadas, retira las milanesas del horno y déjalas reposar uno o dos minutos antes de servir, para que los sabores se asienten y el queso no esté excesivamente líquido.
Consejos para servir
Estas milanesas de pollo a la napolitana combinan muy bien con papas fritas crujientes, una ensalada mixta fresca o un cremoso puré de papas. Elige la guarnición según el gusto de tu familia o el tipo de comida que desees preparar.
Si prefieres una versión un poco más ligera, en lugar de freír las milanesas puedes hornearlas: colócalas en una bandeja con un poco de aceite, hornéalas hasta que estén doradas y luego continúa con el montaje con salsa, jamón de pollo, queso y orégano, finalizando con el gratinado.
Así obtendrás un plato completo, sabroso y muy reconfortante, perfecto para disfrutar en cualquier ocasión.