(para aproximadamente 4 porciones)
Este pollo en salsa de mostaza y cilantro es un plato sencillo pero muy aromático, perfecto para una comida casera con mucho sabor y sin complicaciones. La combinación de la mostaza Dijon con el frescor del cilantro y el toque del ajo crea una salsa cremosa y llena de carácter, ideal para bañar las pechugas de pollo doradas a la perfección. A continuación tienes la versión ampliada, explicada paso a paso, sin cambiar ningún ingrediente ni dato de la receta original.
Ingredientes
- 4 pechugas de pollo
- 2 cucharadas de mostaza Dijon
- 1/2 taza de cilantro fresco finamente picado
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla mediana, en cubos (opcional)
- 3 dientes de ajo picados
- 1 taza de caldo de pollo (opcional; algunas versiones pueden usarlo)
- Sal y pimienta al gusto
Opcionales mencionados en la preparación original:
- Ajo en polvo, si deseas reforzar el sabor
- Crema agria o yogur griego, para una versión más cremosa
- Un chorrito de jugo de limón, para un toque fresco
- Verduras como pimientos o espinacas, si quieres añadir color y nutrientes
Preparación paso a paso
1. Sazonar el pollo
- Coloca las 4 pechugas de pollo en un bol amplio para poder mezclarlas sin dificultad.
- Añade sal y pimienta al gusto por ambos lados. Si lo deseas, puedes espolvorear también una pequeña cantidad de ajo en polvo para resaltar aún más el sabor del ajo fresco que añadirás después.
- Con las manos limpias o con la ayuda de unas pinzas, masajea ligeramente las pechugas para que el sazonado se reparta de manera uniforme por toda la superficie.
- Si dispones de tiempo, deja reposar el pollo sazonado durante unos 10–15 minutos a temperatura ambiente. Este breve reposo permite que los sabores penetren mejor y ayuda a que la carne quede más sabrosa al final.
2. Dorar las pechugas
- Coloca una sartén grande o una cazuela amplia al fuego medio-alto.
- Añade un chorrito de aceite de oliva (parte de las 2 cucharadas indicadas en la receta) y espera a que se caliente bien. El aceite debe estar caliente, pero sin llegar a humear, para que el pollo se dore sin quemarse.
- Cuando el aceite esté listo, coloca las pechugas en la sartén, dejando espacio entre ellas para que se doren de manera uniforme.
- Cocina cada lado durante unos 5–7 minutos, sin moverlas demasiado. Es importante no estar volteándolas constantemente; así se formará una capa dorada y apetecible en la superficie.
- Si utilizas un termómetro de cocina, la temperatura interna ideal del pollo debe alcanzar alrededor de 75 °C. De este modo te aseguras de que está completamente cocido, pero aún jugoso.
- Una vez listas, retira las pechugas de la sartén y déjalas reposar en un plato. Este reposo de unos minutos ayuda a que los jugos se redistribuyan dentro de la carne, manteniéndola tierna.
3. (Opcional) Sofreír la cebolla y usar el caldo
Este paso es opcional y solo es necesario si decides aprovechar la cebolla en cubos y la taza de caldo de pollo:
- En la misma sartén donde doraste el pollo (sin limpiarla, para aprovechar los jugos), añade un poco más de aceite de oliva si lo ves necesario.
- Incorpora la cebolla mediana en cubos y sofríe a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que esté suave y ligeramente dorada. Esto aportará dulzor y profundidad a la salsa.
- Si vas a usar el caldo de pollo, viértelo poco a poco sobre la cebolla, removiendo con una cuchara de madera para despegar los restos dorados del fondo de la sartén. Deja que hierva uno o dos minutos para que se integren los sabores.
- Baja el fuego mientras preparas la mezcla de mostaza y cilantro.

4. Preparar la salsa de mostaza y cilantro
- En un bol aparte, coloca las 2 cucharadas de mostaza Dijon.
- Añade el cilantro fresco finamente picado. Asegúrate de que esté bien lavado y escurrido antes de picarlo.
- Incorpora los 3 dientes de ajo picados finamente. Aquí el ajo se utiliza crudo, tal como indica la receta original, para aportar un sabor intenso y aromático.
- Agrega el resto del aceite de oliva y mezcla bien hasta obtener una pasta homogénea.
- Sazona con una pizca de sal y pimienta, probando y ajustando a tu gusto.
- Si quieres una versión más cremosa, puedes añadir crema agria o yogur griego en este mismo bol y mezclar hasta que la salsa tenga una textura más espesa y suave.
- Para un toque fresco y ligeramente ácido, puedes añadir un chorrito de jugo de limón, integrándolo bien en la salsa.
Si has utilizado el caldo de pollo y la cebolla en la sartén, puedes verter esta mezcla de mostaza, cilantro y ajo directamente sobre ese fondo caliente, removiendo para que todo se combine en una salsa aromática.
5. Mezclar el pollo con la salsa
- Toma las pechugas de pollo reposadas y córtalas en tiras o en cubos, según tu preferencia y la forma en que quieras servir el plato.
- Vuelve a colocar el pollo troceado en la sartén, sobre la salsa de mostaza y cilantro (y la base de cebolla y caldo, si la usaste).
- Con una espátula o cuchara, mezcla suavemente para que cada trozo de pollo quede bien cubierto por la salsa.
- Si deseas añadir verduras como pimientos o espinacas, este es el momento: incorpóralas y remueve con cuidado para que se integren sin romperse demasiado.
- Cocina a fuego muy bajo durante unos minutos más, solo lo justo para que el pollo se impregne bien del sabor de la salsa y las verduras se ablanden ligeramente si las has añadido. No es necesario cocinar mucho tiempo, ya que el pollo ya está hecho.
6. Servir
- Sirve el pollo en salsa de mostaza y cilantro bien caliente.
- Este plato combina especialmente bien con arroz blanco, quinoa, puré de patatas o una ensalada fresca, tal como sugiere la receta original. Estos acompañamientos equilibran la intensidad de la salsa y completan la comida.
- Justo antes de llevar el plato a la mesa, espolvorea por encima un poco más de cilantro fresco picado para aportar color y reforzar el aroma característico de esta preparación.
Así obtendrás un pollo tierno, jugoso y lleno de sabor, envuelto en una salsa sencilla pero muy aromática, perfecta para una comida casera rápida y deliciosa.