ROLLITOS DE REPOLLO CON CARNE

Estos rollitos de repollo con carne son un plato casero clásico, reconfortante y muy completo. La combinación de hojas de repollo suaves y tiernas, rellenas con carne molida jugosa y arroz (si decides añadirlo), todo bañado en una salsa de tomate aromatizada con ajo, cebolla y orégano, da como resultado un plato ideal para un almuerzo o una cena familiar. A continuación tienes una versión detallada y explicada paso a paso para que te queden perfectamente formados, sabrosos y bien cocidos por dentro.

INGREDIENTES

  • 1 repollo blanco grande
  • 500 gramos de carne molida (de res, o una mezcla)
  • 1 taza de arroz cocido (opcional, para agregar al relleno)
  • 1 cebolla picada
  • 2 dientes de ajo picados
  • 1 huevo
  • 1 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 lata de puré de tomate (aproximadamente 400 g)
  • 1 cucharadita de azúcar (opcional, para equilibrar la acidez del tomate)
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • 1/2 taza de agua (o más si es necesario para la salsa)
  • Hojas de perejil fresco (opcional, para decorar)

MODO DE PREPARACIÓN

  1. Preparar las hojas de repollo
    Lava bien el repollo blanco grande bajo el chorro de agua fría, retirando cualquier hoja exterior que se vea marchita o dañada. Con un cuchillo afilado, corta con cuidado el tronco central duro de la base para poder separar las hojas más fácilmente. Ve retirando las hojas una por una, procurando que queden lo más enteras posible, ya que cada hoja será un rollito.
    Pon una olla grande al fuego con abundante agua y, cuando comience a hervir, introduce las hojas de repollo en tandas para blanquearlas. Déjalas en el agua hirviendo de 3 a 4 minutos, hasta que se suavicen y se vuelvan flexibles, pero sin que se deshagan. Sácalas con una espumadera y colócalas sobre un colador o un paño limpio para que escurran bien el exceso de agua. Si notas que la parte del tallo sigue muy gruesa, recorta ligeramente la parte más dura con un cuchillo sin llegar a romper la hoja.
  2. Sofreír la cebolla y el ajo
    En una sartén, calienta 1 cucharada de aceite de oliva a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, añade la cebolla picada y rehógala durante unos minutos hasta que esté transparente y comience a dorarse ligeramente. Agrega entonces los dientes de ajo picados y continúa salteando uno o dos minutos más, removiendo con frecuencia para evitar que el ajo se queme. Cuando la mezcla esté dorada y muy fragante, retira la sartén del fuego y deja templar ligeramente.
  3. Preparar el relleno de carne
    En un tazón grande coloca la carne molida. Si decides utilizar la taza de arroz cocido, agrégala ahora. Añade el huevo, la cebolla y el ajo sofritos, la cucharadita de sal, la media cucharadita de pimienta negra y una cucharadita de orégano seco. Incorpora también la cucharada restante de aceite de oliva.
    Mezcla todo con las manos limpias o con una cuchara grande, asegurándote de que los ingredientes se repartan de forma uniforme. La carne debe quedar bien condimentada y ligada gracias al huevo y al arroz, si lo usas. Reserva esta mezcla mientras terminas de preparar las hojas de repollo.
  4. Formar los rollitos de repollo
    Toma una hoja de repollo blanqueada y colócala sobre una tabla o un plato grande, con la parte más ancha hacia ti. Si el tallo central está muy grueso, puedes hacer un pequeño corte en forma de “V” para facilitar el doblado.
    Coloca en el centro de la hoja, cerca del borde inferior, una porción de la mezcla de carne, aproximadamente una cucharada generosa o más, según el tamaño de la hoja. Dobla primero los lados derecho e izquierdo hacia el centro para cubrir parte del relleno y luego enrolla desde la parte inferior hacia arriba, envolviendo bien la carne hasta formar un paquete compacto. Repite el mismo proceso con el resto de las hojas y del relleno, procurando que todos los rollos queden bien cerrados para que no se abran durante la cocción.
  5. Colocar los rollitos en la sartén o cacerola
    Elige una sartén grande o una cacerola de fondo amplio con tapa. Coloca los rollitos de repollo con la “unión” del pliegue hacia abajo, bien juntos unos contra otros, de manera que queden firmes y no se desarmen mientras se cocinan.
    Si notas que la base de la cacerola está muy seca, puedes añadir un poco de agua (de la cantidad indicada en la receta) para que haya humedad desde el principio de la cocción.
  6. Preparar la salsa de tomate
    En un tazón aparte, vierte la lata de puré de tomate. Agrega la cucharadita de azúcar, si decides utilizarla, para suavizar la acidez natural del tomate. Incorpora una cucharadita de orégano seco y sazona con una pizca adicional de sal y pimienta al gusto. Añade la media taza de agua indicada y mezcla bien hasta obtener una salsa homogénea y ligeramente más fluida.
    Vierte esta salsa de tomate sobre los rollitos de repollo, procurando que queden bien cubiertos. Si ves que aún falta líquido para cubrirlos parcialmente, puedes añadir un poco más de agua, sin excederte, para que la salsa no quede demasiado aguada.
  7. Cocinar a fuego medio
    Coloca la cacerola a fuego medio y espera a que la salsa comience a hervir suavemente. En ese momento, baja un poco el fuego si es necesario, tapa la cacerola y deja cocinar de 30 a 40 minutos. Durante este tiempo, la carne se irá haciendo por dentro y el repollo terminará de ablandarse, absorbiendo los sabores del relleno y de la salsa de tomate.
    De vez en cuando, destapa y, con una cuchara, toma un poco de salsa del fondo y báñala por encima de los rollitos para que queden jugosos y bien impregnados. Procura que la salsa nunca se seque por completo; si notas que se reduce en exceso, añade un poco de agua y ajusta de sal si es necesario.
  8. Servir y decorar
    Cuando la carne esté completamente cocida y los rollitos se vean tiernos, retira la cacerola del fuego. Deja reposar unos minutos para que los sabores se asienten. Sirve los rollitos de repollo con carne bien calientes, acompañados de parte de la salsa de tomate por encima.
    Si lo deseas, termina el plato espolvoreando hojas de perejil fresco picadas por encima, lo que aportará un toque de color y frescura. Puedes servirlos solos o acompañados de un poco de arroz blanco o pan sencillo para aprovechar toda la salsa.

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